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EL PASO

El paso de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas procesiona las tardes del Jueves Santo y Viernes Santo en dos procesiones: la Procesión del Encuentro y la Procesión del Santo Entierro.

Imagen del Paso con los costaleros

En la primera de ellas, la Procesión del Encuentro, el paso es portado a hombros desde el año 2001 por medio de unas andas exteriores, que son llevadas amorosamente por 40 portadores de andas. Los portadores visten el hábito de la cofradía, de color crema, con un capillo de color blanco con el escudo de la Archicofradía y verdugo y guantes de color blanco. Estos inician sus ensayos el miércoles de ceniza con el fin de portar con la mayor emoción, dignidad y fervor a Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas por las calles de Burgos. Además, deben prepararse de manera intensa para soportar los 1.500 Kg. de peso del paso durante las 3 horas que dura la procesión.

En la segunda de ellas, la del Viernes Santo, el paso es portado sobre ruedas, ya que así es exigido por la Junta de Semana Santa de Burgos para mantener un ritmo uniforme en la procesión.

El paso esta adornado en sus laterales por unas grecas bañadas en plata y candelabros y jarrones en su interior. Asimismo y de manera tradicional, el paso se adorna con flores de color rojo que representan la sangre derramada por Nuestro Señor en su pasión.

Poema del Cristo Chamarilero

Llegó el Jueves Santo, al fin llegó,
y mi procesión ya lista me espera.
Quieren cumplir con fe y tradición,
los cofrades, su secular tarea.

El sepulcral silencio de la calle
expectante por si el milagro llega:
el de poder verme llevado a hombros
por las calles antañonas de Vega.

 Suene el redoble al final de la tarde
y un lamento hecho oración en corneta,
vibre el alma y calle la lengua
cuando mi silueta cruce esta puerta.

Alumbra, nazareno, con tu luz
el camino en el que mi sangre queda.
Quiero ver el fervor del corazón
que al pasar su humilde oración me eleva.

Muéstrame a ese hijo mío enfermo,
que a mis plantas su plegaria llega
que hoy he salido de éste, mi templo,
para darle amor, caricias, mi entrega.

Quiero ver a esa madre con su hijo
que al contemplarme a rezar le enseña
y un padrenuestro sentido y querido
en el viento de la noche vuela.

Guíame hasta el que la soledad padece,
que el calor de mi mirada sienta.
Siempre he estado y estaré a vuestro lado.
Ésta ha sido y será mi promesa.

Quiero que en las aguas del Arlanzón
se refleje de mi cruz su silueta
como reflejo del amor que profeso
a los que en sus orillas me contemplan

Y que en el arco de Santa María,
cuando se postren ante Mí sus piedras
y griten: “Viva Nuestro Padre Jesús”,
se haga voz la oración chamarilera.

Sácame, costalero, sácame.
Quiero que Burgos entero me vea
pues Yo soy el Cristo Chamarilero
y hoy he de bendecir esta tierra.

Juan José Estalayo Rodríguez                  


© Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacrmento y Jesús con la Cruz a Cuestas 2008